En el momento en que las Brigadas de búsqueda y rescate planean un rescate, es de suma importancia tener en cuenta la orografía de la zona en que se enmarca (área o región).
A las máximas de la experiencia de las brigadas de búsqueda y rescate, se pueden señalar, entre otros posibles, los siguientes paisajes o escenarios:
- Llanuras y estepas: A efectos de las búsquedas, áreas de este tipo son las que permiten realizar rastreos sistemáticos más efectivos ya que la distancia de batida y, por tanto, la distancia entre los buscadores es mayor. También porque permite participar a un mayor número de personas dentro de las brigadas de búsqueda y rescate, al no requerir condición física ni preparación específicas. Cuando las estepas mesetarias están jalonadas de bosques abiertos, es muy fácil extraviarse ya que, aunque son bosques abiertos y las distancias entre árboles son grandes, crean una imagen homogénea que impide la visión del horizonte y, por tanto, tomar referencias de rumbo.
- Bosque cerrado: Entorno enteramente forestal con árboles de porte, matorral y pasto intercalados. La orografía no es necesariamente complicada, sin embargo, la discontinuidad de la marcha y la escasa distancia de visibilidad dificultan el rastreo por parte de las brigadas de búsqueda y rescate. Según la espesura también reducen el posible alejamiento de la víctima desde la Última Localización Conocida.
- Alta montaña: La dificultad de búsqueda de desaparecidos en alta montaña es elevada. En primer lugar, por la escasez de accesos para vehículos a motor, por lo que es posible que sea necesario recorrer grandes distancias a pie solo para llegar al punto de ULC. Lo tortuoso de los caminos y las duras y cambiantes condiciones climáticas son otra dificultad añadida para las brigadas de búsqueda y rescate. La vegetación es muy escasa y de poco porte por lo que la visibilidad, si el día es claro, es buena. La búsqueda en alta montaña se reserva a personal especializado y bien equipado.
